Que necesitas.
- Cebolla (1)
- Ajo (2)
- Calabacín (1 pequeño)
- Jamón (150 gr.)
- Harina (100 gr.)
- Leche
- caldo de carne
- Sal y aceite de oliva
- Harina, huevo y pan rallado para el rebozado.
En una sartén ponemos el ajo picado con un poco de aceite, cuando empiece a dorarse incorporamos la cebolla picada con un poco de sal, no mucha ya que el jamón está salado.


Cuando la cebolla empiece a estar transparente añadimos el calabacín en daditos y en un minuto incorporamos el jamón picado.


Una vez rehogado añadimos la harina y vamos moviendo para que se cocine un poco.


Vamos añadiendo la leche y el caldo alternativamente poco a poco, removiendo, de nuevo leche/caldo (lo que admita) y seguimos removiendo sin parar hasta que tengamos una bechamel homogénea y empiece a despegarse de las paredes de la sartén.


Volcamos a una fuente y tapamos con film, que esté en contacto con la masa para que no se reseque y se forme costra.

Lo dejamos en el frigo y al día siguiente vamos cortando tiras de la masa, que enharinamos, cortamos en porciones y damos forma (sin amasar).

Para terminar pasamos por huevo batido y pan rallado, podemos pasar dos veces si queremos una corteza más crujiente al freír.


Unas vez hechas podemos guardar en el frigo e incluso congelar hasta que las vayamos a consumir.
